Creador de algunas de las obras de ingeniería más espectaculares del siglo pasado, Robert Maillart fue uno de los primeros diseñadores estructurales en entender y explorar las posibilidades de un material entonces innovador, el hormigón armado.
Su capacidad de explorar la versatilidad que ofrecía el hormigón armado respecto a la piedra, madera o hierro, materiales comunes en la época, proporcionó la creación de estructuras que mantienen una eterna modernidad.
Su diseño se basaba en una gran intuición estructural, huyendo de las tipologías previamente conocidas y cuyo comportamiento podía comprobarse con los métodos analíticos de la época. Esta actitud hacia la concepción de estructuras se reveló esencial para innovar, experimentando y aprendiendo en cada obra. En sus proyectos, destaca el cuidadoso estudio de las fases constructivas y de las comprobaciones in situ realizadas mediante pruebas de carga, obteniendo así datos valiosos que le permitieron seguir avanzando en cada nuevo reto.
De sus aportaciones al diseño estructural, destacan sus losas apoyadas directamente sobre pilares (fungiformes), como la empleada en el edificio de Filtrado de Rorschach o el edificio de la Central Catalana de Gas y Electricidad, donde realiza un capitel que une la losa al capitel con gran fluidez, reduciendo con ello los esfuerzos en la misma.
Planta de Filtrado de Agua de Rorschach
Otra innovación fundamental fue el arco triarticulado de sección hueca, cuyo ejemplo más conocido es el puente de Salginatobel. Con una luz de 90 m, este puente es una aplicación magnífica de este tipología estructural, donde las formas discurren de forma coherente con los esfuerzos, creando una estructura en gran armonía con la ubicación.
Su tipología más impresionante tal vez sea el arco esbelto con tablero rígido, como se puede ver en los ejemplos que siguen. En esta tipología, la esbeltez del arco es llevada al extremo.
Para conferirle la rigidez necesaria y un reparto de cargas más favorable, realiza un tablero rígido, conectado al arco por tímpanos de extrema ligereza. En la actualidad, esta tipología sigue siendo una referencia, como en el Puente del Infante en Oporto.
En nuestros días, en los cuales la capacidad de análisis y previsión del comportamiento de las estructuras es cada vez más precisa, parece necesario no olvidar el espiritu de nombres como Maillart en el diseño de las estructuras. La intuición estructural, la pureza formal, el cuidado por la estética e integración de la obra, el máximo aprovechamiento de los materiales… deberían seguir siendo algunas de las líneas conductoras del diseño estructural.
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http://www.frameandform.com/2010/04/05/robert-maillart/
Parte de la obra del arquitecto Miguel Fisac Serna (1913-2006), en concreto, un grupo de piezas prefabricadas de hormigón cuya forma se asemeja a estructuras óseas.
Miguel Fisac dio con la idea de este tipo de secciones tras un
proceso creativo cuya principal premisa se resume en la siguiente cita:“El hormigón pesa mucho, es el inconveniente podemos decir que tiene, y entonces, dónde no trabaja, las zonas que no trabajan se pueden quitar”
Miguel Fisac
El hecho de que las piezas se asemejaban a los huesos de vaca dio a Fisac confianza en lo apropiado de su idea.
Con estas piezas Fisac conseguía de
manera muy intuitiva la unión entre estructura y forma, esto es, función
y forma. Gracias a los huesos la separación entre los elementos
puramente resistentes y los arquitectónicos de cerramiento y aislamiento
se desvanece.
Los huesos de Fisac son un conjunto de
piezas en los que la posibilidad de moldear el hormigón se explota al
límite. Los huesos poseen gran expresividad plástica adquiriendo la
condición de escultura adicional a la de estructura.
Los huesos se dividen en dos grandes grupos; el primero corresponde a las piezas postensadas
(de sección asimétrica). Fisac fue uno de los pioneros en España de la
aplicación del postensado en la edificación (hasta ese momento sólo se
había aplicado al campo de los puentes). Desde el punto de vista
constructivo (para grandes luces) las dovelas
que constituyen los elementos postensados pueden ser transportadas más
fácilmente que las vigas pretensadas ya que su montaje se puede realizar
en obra.
La ventaja adicional del postensado reside en el hecho de que la trayectoria de la armadura activa
se puede diseñar para que contrareste los efectos de las cargas
permanentes en las distintas secciones del elemento estructural
optimizando de esta manera la función de la fuerza de pretensado.
El otro grupo de piezas son pretensadas
(de forma simétrica). En estas piezas la armadura activa es recta y por
lo tanto no resulta tan sencillo contrarrestar las cargas permanentes
al no poder adaptarse la trayectoria del cable. Por el contrario, la
simetria de estas piezas proporciona gran estabilidad lateral al
coincidir el centro de gravedad con el centro de esfuerzos cortantes.
La dificultad constructiva de realizar
piezas huecas de hormigón de pared delgada no es despreciable y merece
una mención especial. El sistema de encofrados, que se desarrolló en
ambos tipos de piezas denota una creatividad e inventiva admirable.
Fisac se rodeó durante toda su carrera de técnicos y empresarios
creativos e innovadores como Ricardo Barredo y Vicente Peiró. Estos
muchas veces aplicaban soluciones estructurales mucho antes de que la
normativa cubriera esas tecnologías.
Es importante analizar la contribución de
Fisac en el contexto en el que se produjo. En la España de la autarquía
lo que no existía había que inventarlo con lo disponible. La
competencia era escasa al igual que el tejido industrial. Aunque esto
resulte paradójico esta situación favorecía la creatividad y la
posibilidad de hacer realidad las creaciones propias.
En este sentido Fisac es semejante a otros grandes diseñadores y constructores como Freyssinet, Maillart ó Candela en los que la innovación, el diseño y la competitividad económica de la solución propuesta eran su gran baza.
info extraida de: Frame and Form