Las estructuras recíprocas se definen
como un conjunto de elementos auto-apoyados en circuito cerrado, una
definición bastante completa pero difícil de digerir sin un buen ejemplo
gráfico. En la imagen siguiente se muestra la disposición más simple de
una estructura recíproca: tres barras que se superponen para apoyarse
unas sobre otras y alcanzar un equilibrio estructural sencillo y
elegante.
Las estructuras recíprocas se plantean
como una ingeniosa solución al problema de cubrir una distancia, o más
bien una superficie, mediante elementos de dimensiones limitadas. Como
se puede observar en los siguientes esquemas extraídos del libro Reciprocal Frame Architecture,
las retículas están formadas por elementos de dimensión inferior a la
luz a cubrir siendo su disposición geométrica la que posibilita una
estructura estable.
Se trata de una idea estructural tan
simple como antigua. Se han encontrado documentos que atestiguan que en
el Japón del siglo XII se usaban técnicas constructivas basadas en este
diseño estructural y no son pocos los diferentes ejemplos de edificación
que a lo largo de la historia han utilizado disposiciones estructurales
basadas en este principio. Quizás sean Sebastiano Serlio y Leonardo Da Vinci
quienes establezcan los primeros estudios geométricos y estructurales
de la reciprocidad en torno al año 1500. Un claro ejemplo de utilización
de una estructura recíproca lo podemos encontrar en el códice Madrid
de Da Vinci donde se describe la construcción de un puente de vigas de
madera. Bajo estas líneas la página del códice de Leonardo con el
esquema del puente (desdibujado en la parte central de la imagen), a
continuación un ejemplo de un arco para una instalación temporal en
Alemania, y un esquema de las fases de construcción del puente
recíproco.
Debido a la casi exclusiva utilización
histórica de la madera para la realización de estas estructuras pocas o
ninguna han sobrevivido hasta nuestros días. Debemos buscar ejemplos más
recientes como los realizados en la arquitectura del catalán de
principios del siglo XX por Josep Maria Jujol estrecho colaborador de Antoni Gaudí que utilizó estructuras recíprocas en la Casa Bofarull y Can Negre entorno al 1915.
Más recientemente, Cecil Balmond y su equipo de advance geometry unit de Arup
diseñaron el Weave Bridge para la universidad de Pensilvania
inspirándose, teóricamente, en el principio estructural de la
reciprocidad.
Como conclusión, cabe mencionar que las
estructuras recíprocas forman una tipología bastante desconocida que la
gran mayoría de instituciones de enseñanza no alcanza a incluir en su
temario. Sin embargo, los esquemas recíprocos resultan altamente
didácticos e inspiradores para el diseñador estructural. Si bien es
cierto que su marginal uso en la estructura convencional puede responder
al avance en los métodos de unión y la casi ilimitada libertad formal,
la estructura recíproca sigue teniendo su parcela de interés en el
diseño de estructuras prefabricadas, temporales o con recursos
limitados, donde la utilización de elementos de reducido tamaño y la
simplificación de ejecución de las uniones representan sencillez, ahorro
y armonía geométrica.
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